De Labra (17/I)

Dirección: Finca La Quinta, 11
CP - Ciudad: 33010 - Abuli - Oviedo
Teléfono: 985 11 76 76
Web: http://www.delabra.es/
Fecha: 1-mayo-2017
Precio por comensal: 30 euros el menú.
Puntuación:  otorgo 4,9 sobre 5. En mi opinión se merecen una nota alta por situación, atenciones en la recepción, disposición de la mesa, servicio, calidad de las viandas, ... por todo, ¡incluso por el precio!

Hoy conseguimos poner digno colofón a la última decena abrileña en la que 4 de los 9 comensales hemos sumado un año más a nuestros respectivos casilleros. Y lo hemos hecho en uno de nuestros sitios preferidos, este restaurante de servicio exquisito y acogedor, donde la esmerada atención no te hace sentirte incómodo sino todo lo contrario, como en casa.

Antes de pasar al comedor nos tomamos unos canapés de esturión que yo acompañé con un "biermú", vermouth del Bierzo que desconocía. Exquisito maridaje.
Ya a la mesa, hacemos boca con unas tostadas de pan con mantequilla con especias. Suaves y oportunas.
Entramos en el menú con el "Tríptico del chef" en el que destaco el mousse de aguacate.
Seguimos con "Canutillos de cecina rellenos de foie con chutney de piña", un muy logrado contraste dulce salado y más sustancioso de lo que aparenta en el plato.
Continuamos con "Yakisoba con langostinos" (robo la foto de su carta), fideos acompañados también de verduras y calamares que hicieron las delicias de los comensales.
A continuación nos miman con un "Bacalao con caldo de miso y verduras", una mezcla de sabores difícil de describir. Riquísimo.
Pasamos al otro plato fuerte del menú con un "Meloso de ternera con verduras escalibadas y parmentier trufado", jugoso y contundente. Otra delicia que, llegados a estás alturas de la comida, nos obliga a ingerirlo despacito saboreando cada uno de sus ingredientes.
Para rematar, con los estómagos más que satisfechos, nos endulzan la mesa con unas "Casadielles líquidas con helado de vainilla al bourbon". Exquisitas, para no enrollarme más.
La larga y agradable sobremesa se culmina con unos cafés mientras los peques están al cuidado de una animadora que los entretiene con sus juegos, pinturas de caras, etc. lo que les hace felices a los críos y a nosotros. 
A riesgo de parecer reiterativo solo me queda aplaudir al restaurante, felicitar a todo su personal y advertirles que ¡volveremos, claro que volveremos!
¡Ah!, una pregunta final: ¿es necesario recomendarlo a quienes lean esta reseña?